El escape del viejo cacharro soplaba un poco, así que lo sellé.

Luego se cayó. Se había oxidado entre el convertidor catalítico y el silenciador.

"Sabes lo que vas a tener que hacer, ¿no?", dijo Kitewife.

"¿Arreglalo?"

"¡No, escribe un Instructable!"

[Algunos de mis proyectos más recientes ahora están aquí .]

Paso 1: Materiales y herramientas.

Este es un trabajo bastante simple (solo me llevó media hora), pero necesita algunos materiales especializados:

• Rampas de ruedas o soportes de eje. NO intente ningún trabajo debajo de un automóvil apoyado solo por un gato. La gente muere así.
• Protección para los ojos _{(a menos que disfrute de la oxidación, suciedad y químicos tóxicos que se le caen en los ojos ...?)}
• Recortes de metal.
• Jubileo clips.
• Destornillador (cabeza plana, para que coincida con los clips de jubileo).
• Alicates variados, llaves inglesas y cosas ruidosas.
• Pasta de reparación de escape (disponible en cualquier tienda de repuestos de automóviles).
• Una lata vacía.
  

También debe usar la ropa adecuada: piense detenidamente en quien lava la ropa en su hogar y tenga en cuenta que podría obtener fácilmente una mugre no removible en su ropa. Un sombrero viejo también podría ayudar.

Paso 2: Encuentra tu problema.

Fácil.

Si su escape no se rompe, pero todavía está soplando, entonces podrá escucharlo: su automóvil sonará como si el motor ganara un par extra de litros.

Si no puede ver el orificio, simplemente mueva la mano junto al escape hasta que sienta la brisa de los humos que se escapan; siéntelo a ambos lados, arriba (si puede) y debajo, pero tenga cuidado, el tubo de escape se hace mucho más caliente de lo que piensas.

Paso 3: ¿adentro o afuera?

Desafortunadamente, mi escape se rompió en un bit de forma extraña, lo que significaba que tenía que arreglarlo de adentro hacia afuera.

Utilicé los recortes para convertir la lata en una lámina de acero, luego la enrollé para que fuera lo suficientemente pequeña como para caber en el escape (tenga cuidado con los bordes afilados, tanto en la lata cortada como en los extremos rotos del escape - golpes de tétanos herir).

Deslicé la lata enrollada en la parte más estable del escape, con solo media pulgada (1 cm) sobresaliendo.

Luego empujé la otra parte del escape en su lugar, y deslicé la lata enrollada en esa sección también, arrastrándola un poco a la vez agarrando la lata enrollada con una llave de fontanero abierta.

• Si el descanso hubiera sido en una sección recta, podría haber envuelto la lata alrededor del descanso, asegurándola en su lugar con un par de clips de jubileo.

Paso 4: fijación.

Aunque la lata enrollada completó el escape y soportó el peso de la sección más floja, no era lo suficientemente segura como para mover el automóvil, ni estaba a prueba de humo.

Necesitaba tirar de la sección suelta contra la sección fija.

Puse un clip de jubileo alrededor de la sección suelta del escape, y pasé el segundo clip por el primero, luego alrededor de la parte sobresaliente de la sección fija.

Apretar el primer clip proporcionó un punto de anclaje firme, luego apretar el segundo clip apretó los extremos rotos.

Luego unté la unión en grandes cantidades de pasta de fijación de escape y la dejé para que fraguara.

Desafortunadamente, no he encontrado ninguna herramienta más efectiva para obtener la pasta en el lugar correcto que el dedo humano. Si tiene piel sensible o rota, puede usar una espátula pequeña o un palo, o usar guantes.

Una vez que estuve feliz de que todo estuviera arreglado, corté los extremos sueltos de los clips del jubileo, para tratar de evitar que las cosas sueltas queden atrapadas debajo del auto en el futuro.

Paso 5: Advertencia

Este es un trabajo de bodge. No es una reparación duradera.

No es una gran ingeniería, pero costó alrededor de cinco libras ($ 10) por la pasta y los clips, y tomé prestadas las rampas.

Eso es un vigésimo el costo de un trabajo profesional, y aún menos si el garaje decide que necesita un escape completamente nuevo.

Agregue a eso el hecho de que el automóvil solo necesita durar otros seis meses más o menos, y es la solución perfecta para un problema que habría mantenido el automóvil fuera de la carretera durante una semana, cuando necesito volver a trabajar el lunes.